Hemos cuidado a los gusanos, alimentado con hojas de morera y visto como de repente un día desaparecían dejando un capullo de color amarillento-anaranjado para que, después de unos días, se abriesen dejando libre una polilla.
La Naturaleza no deja de sorprendernos con su magia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario